Faraonat y Mansaya. La realeza divina africana

  • Finalizado
    • Conferencia sobre Historia
    • DR. FERRAN INIESTA
      Historiador de África. Fundador del Centre d'Estudis Africans y la revista científica Studia Africana.

    • Fundació Arqueológica Clos
    • 14 de diciembre de 2016 a las 19 horas

En tiempos neolíticos aparecieron los reyes, inicialmente al frente de clanes y pueblos, y pronto se situaron al frente de sistemas estatales. El rey puede ser un sacerdote mediador entre divinidad y sociedad (caso mesopotámico), o bien un personaje de alta sacralidad (griego y europeo). Ahora bien, sólo en lugares de Asia, Amerindia y África el monarca puede ser considerado una divinidad humanizada. En el entorno mediterráneo, KEMIT y la Creta minoica fueron las excepciones en un punto tan crucial como el liderazo político de carácter divino. Desde ántes de la unificación, el faraón era un dios viviendo y su función era la clave de todo el orden social y su armoniosa vinculación a la tierra y al cielo, a la vida y el más allá. La arquitectura política del faraón no se puede entender desde parámetros semitono-europeos, pero sí con criterios históricos de muchos pueblos africanos que han dispuesto -o disponen todavía- de verdaderas divinidades vivientes: igual que el mansa, o emperador de Malí, en el siglo XIV; el Mwene Mutapa en Zimbabwe del siglo XVII; o el Mogho Naba, en la actual Burkina Faso, el faraón es el punto donde convergen las fuerzas sociales y cósmicas. En esta conferencia veremos como la realeza divina forma parte sustantiva del paradigma africano en los últimos seis mil años.